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Incluir la farmacia en el testamento como parte de la herencia

14-03-2017
Como norma general, las farmacias son negocios familiares que se heredan por los hijos, y estos a su vez las dejan en manos de sus descendientes. Seguro que todos conocemos algún ejemplo de botica en la que nos ha atendido el farmacéutico original, se ha incorporado un hijo o un nieto y al final han sido estos los que están actualmente al mando. Por ello, queremos destacar lo importante que es hacer un testamento para dejar como parte de la herencia un negocio de farmacia, evitando problemas de cara a la transmisión. Y es que si un farmacéutico muere sin dejar escrito un testamento, su negocio puede convertirse en fuente de problemas y conflictos. Una farmacia suele ser el bien más valioso del que se dispone, además de que se trata de un establecimiento sanitario que solo puede poseer un farmacéutico licenciado. Aquí nos centraremos en la situación más simple: cuando el dueño de la farmacia ha previsto dejar en manos de un sucesor adecuado la oficina, y ha hecho testamento. Con toda probabilidad, el tema se ha hablado con todos los herederos y se han tomado medidas para compensarlos a todos.

¿Es un bien ganancial o se trata de una farmacia privativa?

Lo primero que debe tenerse en cuenta es el régimen en el que se encuentra la farmacia. Si esta se compró tras el matrimonio, se trata de un bien ganancial. En caso de que sea soltero, la farmacia se comprara cuando lo estaba, se heredó o la propiedad está escriturada como un bien privativo y el cónyuge lo reconoce, se trata de una propiedad individual.

¿Y si la dono en vida? ¿Sería mejor?

El titular de la farmacia puede donarla a un heredero o a varios. Aunque el Código Civil recoge un artículo que afecta a la situación de esta cuando el farmacéutico fallece. Solo se puede recibir como donación lo que se podría recibir en un testamento. Todo lo que exceda de ello se considera que no puede hacerse. Mientras el titular siga vivo, la farmacia puede ser explotada por él o por los hijos a quienes se ha donado. Por tanto, una donación en vida se considera válida. Una vez que el farmacéutico muere es cuando el asunto cambia. En ese momento, se deben evaluar todos los bienes del fallecido y liquidarla herencia teniendo en cuenta que la farmacia ya tiene herederos porque se hizo una donación en vida. En el caso de que el resto de los bienes no alcancen la cantidad equivalente para una compensación, los que no hayan recibido la farmacia como herencia le pueden reclamar una indemnización. Se tasará la farmacia y se tendrá que decidir cómo se paga. Y es ahí donde radican la mayoría de problemas. Por ello es importante dejarlo todo arreglado en un testamento.

Fiscalidad de una farmacia heredada

Cuando se lega una farmacia a uno o varios herederos, son estos los que deben pagar el impuesto de sucesiones. Al haber varios supuestos, lo recomendable es contar con un experto que oriente en este aspecto. También puede ofrecer ideas en cuanto a cómo compensar a los herederos que no recibirán la farmacia en el testamento.

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